lunes, 9 de abril de 2012

Yo, Tu y Él. Compañeros jugando a la sucesión.

El manotazo del ahogado, el reflejo de un hombre acosado, el agobio de una persona que se siente además, sola. Todo eso se dijo que reflejó, con fundamentos y sin ellos, la conferencia de prensa que la semana pasada hizo Boudou.

Todo eso lo explican con hechos concretos, gestos y palabras. Pero quedarse solamente con estas suposiciones y lecturas a veces demasiado rebuscadas es raspar la cáscara de un hecho político profundo que se manifiesta en la justicia y en los medios, pero que pasa en la política.

Para seguir los acontecimientos de la causa judicial en la que estaría involucrado Boudou, alcanza y sobra con leer a dos periodistas tan jóvenes como sólidos. Nicolás Wiñazki (@wwnicolas) y Hugo Alconada Mon (@halconada). Pero seguir sólo la trama judicial de un hecho que es fundamentalmente político, es ver la consecuencia de un fenómeno que nada tiene que ver con la justicia.

El tema Boudou- Ciccone, como el tema Scioli- Inseguridad, o incluso el de Urtubey- Aborto, es parte de un problema más profundo, originario e irresuelto por el peronismo históricamente: la sucesión.

Con un mandato que se agota lentamente como un reloj de arena, y la dinámica política de los últimos meses, que parece desgastar a una velocidad mayor la figura de Cristina -desvaneciendo así la idea de la Re-Re; la ecuación de la sucesión es claramente la mayor preocupación en los círculos oficialistas, y en ellos Boudou, el economista descontracturado que llegó a la vicepresidencia a base de obediencia, está en una posición privilegiada.

No quiero decir que Boudou es víctima de ataques o que está siendo alcanzado por aquellos inescrupulosos que lo quieren ensuciar y a su vez poner palos en la rueda del "Modelo". Más allá de los potenciales tráfico de influencias e incumplimientos al deber del funcionario público en que podría haber incurrido Boudou, es evidente que una causa de esta magnitud esconde una trama política mucho más pesada que la judicial, económica o mediática.

Que Boudou ha sido cuando menos poco prolijo y hasta torpe, ya está demostrado. La justicia llegó demasiado lejos aún sin haberlo imputado para que todo esté en orden y el accionar haya sido transparente. Pero arriba de eso, hay quienes quieren ponerlo en caja, sacarlo de las gateras e inoperativizarlo, es decir "cletizarlo" haciendo honor a su antecesor.

Esta trama explica las luchas intestinas en las que está inmerso el oficialismo, los ataques de Verbistky a Scioli desde sus columnas de Página 12 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-183657-2011-12-18.html, la confrontación de Boudou con el procurador Righi http://www.lavoz.com.ar/noticias/politica/boudou-denuncio-ante-justicia-al-estudio-righi-al-titular-bolsa-comercio, los pases de factura en el conurbano y las confrontaciones sindicales http://www.minutouno.com.ar/minutouno/nota/163330-para-lescano-moyano-hara-un-papelon-en-loscomicios-de-la-cgt/. Todas con el aderezo que implica la caja que se reduce. El combo es fuerte: la contención política afloja y además se achica el bien disciplinador por excelencia: la plata.

Decir que esto es una operación mediática es una estupidez. No ha habido desde el regreso de la democracia un caso de esta magnitud, que afecte a un Vicepresidente de la Nación que no haya tenido repercusión mediática. Señalar que esto es sólo consecuencia del despecho de una mujer, también sería poco serio. En todo caso, la mujer herida que en muchas otras historias pasa por loca, hoy habló en campo fértil. Esto es un delito en potencial, con un vicepresidente torpe en tiempo real y una operación, política -no mediática-, aceitada y compleja.

Como perlita. Boudou pegó en dos frentes en su conferencia de prensa. La justicia y los medios. Los dos ámbitos donde el oficialismo legisló para acrecentar su influencia con la fuerza de la acumulación del poder político y económico que hoy está en riesgo. 

Nadie duda que hoy los agentes de la justicia y la comunicación, tarde o temprano, por convicción o sumisión terminan entrando en el círculo oficial enmarcado en dos leyes directrices del modelo. Ahí están la ley que reformó la composición del Consejo de la Magistratura y la Ley de Servicios Audiovisuales.

Esos dos campos en los que el kirchnerismo librará su batalla, la justicia y la comunicación, van a expresar los alineamientos que la política y el dinero, ya no garantizan.

A Boudou en este Gran Hermano le hicieron un complot y ya es el primer nominado.

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