lunes, 26 de noviembre de 2012

San Rafael, diez años de buenos políticos y pésimos intendentes.



Tres datos concretos para ponernos en situación.

- Los ingresos aportados por el Estado en la economía de San Rafael ascienden a 2.000 millones de pesos. La representación del Estado en la economía local no se redujo con el crecimiento económico de los últimos años, sino por el contrario, se expandió.

- A San Rafael llegó sólo el 5% del total de inversiones productivas que se hicieron en la provincia de Mendoza entre 2005 y 2011*.

- Los productores de fruta local, se encuentran este noviembre en la misma situación que desde hace décadas viven todos los noviembres. Discuten con industriales el precio de la fruta, el gobierno provincial demora en intervenir, de golpe se involucra y ahí hay dos salidas alternativas. Una, la cosecha no se levanta, se pierde. Así sucedió en la temporada 2008-2009 por ejemplo. Otra, se acuerda un precio para sacarse de encima el problema, que volverá seguramente diez u once meses después.

Resumen: dependencia de los aportes del Estado en forma de pensiones y asistencia, caída de las inversiones productivas y recurrencia de los mismos inconvenientes en la cadena de producción local.

Hace años, muchísimos años, que no se ve por las avenidas de San Rafael y sus distritos la caravana de mujeres que a la mañana temprano o a la siesta van a “la fábrica” con sus cofias puestas, en grupos de tres o cuatro, a industrializar la fruta del agro local.

Hace varios años que la población de nuestros distritos no crece, y lo que es más triste, envejece rápidamente. El hijo del finquero no puede ser finquero y se va al centro. Si tiene suerte intentará cursar alguna carrera o trabajar en algún comercio, si no la tiene, pasará a engrosar el cinturón de casas de emergencia que rodea San Rafael por el sur oeste.

Estas imágenes son propias de una sociedad que no avanza, que dejó de progresar, y bien podríamos contextualizarlas en un país que vive esa misma situación. Pero ¿qué pasa si te digo que el país donde está San Rafael expandió su PBI a tasas del 7 u 8% durante diez años?

El tema en todo caso, es que hay un modelo productivo que funciona, o funcionó, relativamente bien para la pampa húmeda, pero cuya espiral inflacionaria, pérdida de competitividad de la moneda y carencia de programas concretos para las economías regionales hizo el milagro de mantener a San Rafael en una situación de precariedad alarmante mientras el país creció a pasos agigantados.

Muchas opiniones habrán respecto a qué fue lo que trajo a San Rafael a esta situación. Yo tengo una opinión. El problema de San Rafael no es Cristina Kirchner. El problema de San Rafael es la miopía, desidia y falta de visión de futuro de sus gobernantes cuya inmovilidad, incapacidad o falta de voluntad los deja a merced de Cristina Kirchner, que claro está, no tiene interés en expandir el San Rafael productivo.

Decía Winston Churchill, que la diferencia entre un político y un estadista, es que mientras que el primero piensa en la próxima elección, el estadista actúa pensando en la próxima generación. Cuando está la oportunidad de hacer obras y modernizarnos como sociedad productiva, los sanrafaelinos tenemos a muy buenos políticos que son pésimos intendentes. Esa es la historia de nuestro departamento de 2003 a hoy.

El futuro cercano, ese que está acá a veinte o treinta años no será de los de izquierdas o derechas. No será de los oficialistas o de los opositores. Será de los que sepan interpretar lo que viene. Para las ciudades medias como San Rafael, lo que viene es el desafío de construir Estados logísticos*.

¿Qué es esto? Un Estado local que se concentre en remover inconvenientes tecnológicos, financieros y obviamente logísticos. Nuestro problema como sanrafaelinos no pasa por qué producir, tenemos el producto. Lo que necesitamos es un Estado que facilite rearmar las cadenas de producción que se destruyeron en los `90 y se mantuvieron derruidas en estos años.

Hace un par de días fui a la verdulería en Buenos Aires, saqué la foto que acompaña esta nota. El kilo de duraznos, $16,50, el de ciruelas $25, el de damascos $15.

La clave no está en que llegue noviembre y las negociaciones de precio lleguen a final feliz. Menos cuando de cada $15 que se vende el kilo de damascos una buena negociación deja con suerte $1 en el bolsillo del productor. La clave está en cambiar la mentalidad de nuestros gobernantes. De esos $15, temporada a temporada debe crecer el porcentaje que se queda en San Rafael y es allí donde hay que potenciar la investigación local, el transporte local, redes de comercialización con capitales locales.

Esa es la única manera de que se vuelvan a crear puestos de trabajo genuinos reforzando el núcleo productivo local. Solo así podremos cerrar las puertas de la emergencia permanente y la dependencia del Estado Nacional para volver a caminar de una vez por la senda del desarrollo local. 

* Datos extraídos de la nota "Competitividad es la Palabra", de Martín Rostand publicada en Uno San Rafael.
* El concepto de Estado Logístico es desarrollado por el académico brasileño Amado Cervo (2003).

jueves, 8 de noviembre de 2012

8 Negaciones.



Dos fotos.

Una: Hace un año Cristina era electa presidenta por goleada, knock out, abandono, aplastamiento o como se quiera decir. Sacó más de diez millones de votos y una diferencia de siete con el segundo.

Dos: En un rato en las principales plazas del país se van a juntar millones de argentinos a protestar. Enojados con la política, con todos, pero especialmente con quien gestiona, manda y decide. La pregunta obvia es ¿qué pasó en un año que no había pasado en nueve?

Desde febrero en la calle se habla de trenes, Ciccone, las casas de Bonafini y Shoklender, inundaciones varias y lo que ganan los gendarmes. En las provincias no sojeras la economía se frenó este año, se perdieron empleos y lasfábricas tambalean. De norte a sur los sueldos perdieron con la inflación.

El gobierno por su parte, presentó la épica recuperación de YPF que un par de meses después luce agotada, impotente y estática. No hay forma de mostrar que una buena gestión de YPF haya repercutido en la vida diaria, la nafta aumentó y falta energía. Intentó recuperar iniciativa con el voto a los chicos de dieciséis. Se aprobó en el Congreso hace un par de días, pero pasó sin pena ni gloria. Especialmente entre los beneficiados.

Al perder la iniciativa y no tener control sobre la agenda la presidenta se ve aislada y se equivoca más de la cuenta. Acá van ocho ejemplos de negaciones o negligencia, en cualquier caso, 8N. 

1 N- Una semana después de Once, reaparecía tras un largo silencio diciendo “vamos por todo”. 

2 N- Fue a Harvard en septiembre, y con una inflación que le gana a los salarios, en tono gracioso y docente dijo que si esta fuera del 25%, el país estallaría

3 N- Hace un año que los industriales tienen frenados insumos en la aduana, no ingresan algunos remedios oncológicos y quienes tienen familiares en el exterior no pueden enviar remesas. Pese a ello, aseguró que el cepo es “un mito urbano”.

4 N- Hace más de un año que no se actualiza el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. Hoy alcanza a trabajadores que no son propietarios, alquilan y no tienen capacidad de ahorro. A pesar de eso, la presidenta los hizo sentir como privilegiados porque un montón están en negro.  

5 N- Hace un par de semanas, la presidenta que hace cinco años tiene bajo su mando las fuerzas de seguridad que combaten el narcotráfico, dijo claramente y como si nada que se venden drogas en las puertas de las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires.

6 N- También semanas atrás, la presidenta que desearía ser nombrada campeona de los derechos humanos, dijo clarito y al pie por cadena nacional que "Hay que tenerle miedo a Dios y un poquito a mí."

7 N- En los último meses desde la publicidad oficial, un Estado omnipotente, en desigualdad de condiciones y con dinero público atacó sistemáticamente a periodistas, empresas y dirigentes políticos opositores mostrando vocación autoritaria y hegemónica como nunca antes lo había hecho.

8 N- Hace dos días dijo que el compromiso del Proyecto Nacional con la educación pública, es inquebrantable. Lo que tal vez no le haya dicho su ministro Sileoni, es que hay desde 2003 una migración sostenida de chicos que dejan la educación pública por la privada. 

En este año la sociedad no cambió. Cambió la presidenta. No es que no interesen los derechos humanos o el gran problema sea ahorrar en dólares. El problema es que hay tipos que se inundaron en Luján porque el Estado no dragó el río en los últimos treinta años. El problema es que hay industriales que echaron empleados porque no pueden importar insumos. El problema es que los empleados bajo convenio perdieron este año con la inflación. El problema es que hay apagones porque no ha habido inversión en el sector energético.

El último problema es que como buen gobierno conservador, el de Cristina está dispuesto a que en su gestión la sociedad llene plazas para reivindicar y recordar un pasado; pero se niega, descalifica y discrimina al que se anima a ir a la plaza para cuestionar el presente.